y cuando ya no quede nada

Y CUANDO YA NO QUEDE NADA
Desde mi óptica solo queda dejar esto en manos de Dios. Ya se le escapo de las manos al hombre. Aquí tomándome mi taza de café, pensando en cómo saldremos los venezolanos de todo esto y no queda duda que es triste el panorama. Solo a través de la oración y de nosotros como buenos ciudadanos quedándonos en nuestros hogares, cuidando a nuestros hijos y haciendo un adecuado uso de higiene podremos salvarnos.
Ya de los grandes países hemos de aprender y entender que debemos dejar a un lado la ignorancia, los ancianos que andan por la calle sin cuidado, los irresponsables y egoístas que Dios tenga misericordia de ellos porque por ellos es que muchos van a contagiarse y sabemos que en Venezuela no hay las maneras para salvar centenares de vida.
A esto le he temido toda mi vida jamás pensé en que se hiciera realidad y pido a dios por nuestros hijos, por nuestras familias y por todo aquel que quisiera protegerse y no cuenta con los recursos.
Y cuando ya no quede nada, quienes ayudaran, quienes se salvaran, como nos vamos a sobreponer, seremos capaces de sobrellevar tanto dolor. Todo esto lo pienso y no me deja dormir.
Veo a mi hijo dormir en su cama sin saber todo lo que estamos pasando y tratamos de hacer como Guido el de la vida es bella haciendo de una catástrofe un lugar feliz. Siento que no es justo que ellos sufran, pero aquellos que están en la calle quien los ayuda?
Podemos salvarnos si tu pones de tu parte ayudemos a otros a salvarse.
Dios está con nosotros